Como apasionado de la trasformación/innovación, no ha sido hasta hace bien poco que me di cuenta que siempre he usado la creatividad para la resolución de problemas complejos (disrupción) en entornos siempre cambiantes (liminalidad), sin saber cómo llamarlo.
El concepto de disrupción liminal combina las ideas de ruptura (disrupción) y transición (liminalidad). La liminalidad, según Arnold Van Gennep (pionero teórico) y Víctor Turner (quien amplió su aplicabilidad a contextos más amplios), describe un estado intermedio, ambiguo y de transformación, donde las normas y estructuras se suspenden para permitir el paso de un estado a otro. Por otro lado, la disrupción implica una ruptura abrupta que desafía lo establecido promoviendo una transformación inesperada (innovación).
La disrupción liminal puede entenderse como un proceso que ocurre en momentos críticos donde se rompen esquemas tradicionales que generan incertidumbre, pero también abren posibilidades de reconfiguración y nuevas estructuras, para dar paso a nuevas realidades.
La disrupción liminal puede ser aplicada como una herramienta poderosa para abordar problemas complejos, ya que aprovecha los momentos de transición y ambigüedad para generar nuevas perspectivas y soluciones innovadoras. Este enfoque se centra en la capacidad de explorar alternativas y experimentar en un espacio intermedio, donde las estructuras tradicionales se suspenden temporalmente, permitiendo la creatividad y el cambio.
En resumen, la disrupción liminal ofrece un marco valioso para abordar problemas complejos al permitir un enfoque experimental, creativo e iterativo que desafía las normas establecidas y abre nuevas posibilidades.
Un comentario